La mesa del salón es un elemento central en la decoración de cualquier salón. Es el lugar donde se reúnen las familias para comer juntas, donde se realizan reuniones con amigos y donde se colocan los elementos decorativos que dan personalidad al espacio. Por eso es importante saber decorarlo adecuadamente para que luzca bonito y cómodo.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de decorar una mesa de centro es el tamaño y la forma de la mesa. Si tienes una mesa grande, puedes jugar con diferentes elementos decorativos, como jarrones con flores, velas, libros o bandejas decorativas. Si la mesa es pequeña, es mejor optar por elementos más pequeños y sencillos para evitar que parezca abarrotada.
Una buena idea para decorar la mesa del salón es colocar un mantel o camino de mesa que combine con el estilo de la estancia. Puedes optar por colores neutros para un look más clásico o estampados y colores brillantes si buscas un estilo más moderno y atrevido.
Otro elemento clave en la decoración de la mesa del salón son los centros de mesa. Puedes optar por un centro de mesa floral con flores frescas o artificiales, que aportarán un toque de frescura y color al espacio. También puedes optar por velas o candelabros para crear un ambiente cálido y acogedor.
Además, no te olvides de la vajilla y la cubertería. Elige piezas que combinen entre sí y combinen con el estilo de la mesa y del salón. Puedes optar por vajillas de porcelana para un aspecto más elegante o vajillas de colores brillantes si buscas un estilo más informal y moderno.
Por último, no te olvides de los elementos decorativos. Puedes colocar pequeños objetos decorativos como figuras, marcos de fotos o plantas para darle un toque personal a la mesa. Recuerda no abarrotarlo y dejar espacio para que los comensales disfruten de la comida sin distracciones.
En resumen, decorar una mesa de salón es una tarea sencilla si sigues estos consejos. Recuerda tener en cuenta el tamaño y la forma de la mesa, elegir elementos decorativos que combinen con el estilo de la estancia y no sobrecargarla demasiado. Con un poco de creatividad y buen gusto se puede crear un espacio acogedor y lleno de personalidad. ¡Pongámonos manos a la obra!